sábado, 21 de julio de 2007

Relaciones

El hombre se aproximaba lentamente hacia ella, de fondo se escuchaban las tangueras melodias de Araca París; no era una noche común al resto de esas interminables veladas era una noche especial. Ella vestia su pantalón de lino rosa, el su eterno jean y su remera contestataria, se miraban y enseguida de manera irrefrenable se mezclaban en un eterno beso apasionado, esa noche les habia llegado el momento, ese momento que estuvieron esperando desde el primer día en que se besaron. Al mezclar sus alientos, las luces del lugar disminuian su potencia o simplemente su luz desaparecia; con sus besos ellos consumian toda la energía. El momento llegó, el roce de sus cuerpos desnudos hacian resplandecer miles de microcósmicos rayos de luz sobre el finito cielo de la habitación, el lugar se lleno de una increible masa de erotismo, ya estaban sumergidos en el juego del amor, los dos ya habian perdido la noción de lo que estaba bien y lo que estaba mal, simplemente se dejaban llevar por la constante energía que a los dos hacia gozar. Al regresar al planeta de los mortales, y con la luz de un nuevo día, ambos sintieron culpas, se preguntaron como se dejaron llevar tan lejos por esa extraña energía, volvieron a besarse, esa fuerza rara comenzó nuevamente a rondar por sus seres y sucumbieron nuevamente a las garras del placer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno lo suyo, me gusto... ahora me voy y con más tiempo volveré a leer sus enamoradas palabras, amigo mio...
Chauchas!!!

[b] E§TRELIÇIÅ [/b]